jueves, 14 de febrero de 2013

Del Amor




Te daré gracias, Señor, en medio de toda
la gente;
cantaré tus alabanzas entre las naciones.
Pues tu amor inagotable es mas alto que
los cielos;
tu fidelidad alcanza las nubes.
Salmo 108: 3, 4

Este es un cántico de gratitud, de un corazón confiado en Dios Todopoderoso. Un canto que brota en forma espontánea, con alegría, con entusiasmo y plena convicción.

¿Cómo expresamos nosotros nuestro amor a Dios?
¿Cómo expreso yo mi amor y gratitud a Dios?
No existe una formula. El salmista lo hace a su modo, con los instrumentos que domina y que tiene a su alcance. Usa palabras que tienen sentido para él,  con un compromiso que va mucho más allá de la emoción del momento.

Se dice que este salmo está compuesto por fragmentos de otros dos salmos (muy reconocibles). Eso nos confirma que los salmos son orados de muchas maneras y que lo importante es que podamos apropiarnos de las palabras, para que tengan real sentido y significación delante del Señor.

¿Cuáles son esas expresiones que brotan de nuestro corazón, cuando meditamos en su amor inagotable más alto que los cielos y su fidelidad que alcanza las nubes?

Estoy convencida que alabar y agradecer a Dios en palabras sonoras, no sólo en el pensamiento, nos ayuda a fortalecer nuestra fe (que viene por el oir) y nos abre un espacio de diálogo poderoso, con un Dios que verdaderamente ve y escucha en lo secreto, pero que espera y anhela el canto de amor de sus hijos.

Recientemente escuché a una persona pedir: 
"Señor, quiero perderme en tu amor"
y esa oración me sobrecogió. 
Me apropio hoy de esas palabras y digo:

¡Oh Señor, quiero perderme hoy en la inmensidad 
de tu santo amor!

Pintura: (detalle) Vincent Jean Baptiste Chevilliard
Francia
1841 - 1904


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