¡Sea tu misericordia, Jehová,
sobre nosotros,
según esperamos en ti!
Salmo 33: 22
Los Evangelios nos relatan muchos momentos, durante el ministerio público de Jesús, donde personas se le acercaron para recibir su ayuda, pero sólo unos pocos tenían en su corazón la certeza de haber recurrido a la persona correcta. En cada encuentro Jesús obró con gran compasión, y siempre destacó la fe como un don especial.
En nuestras angustias comenzamos a buscar ayuda, pero pocas veces nos dirigimos a Dios con total certeza de que Él, en su misericordia, nos la dará. A menudo, cuando su respuesta tarda, más de lo que estamos dispuestos a esperar, nos asaltan las dudas y nuestra fe decae.
Cuando el salmista dice Sea tu misericordia... según esperamos en ti nos recuerda que lo mejor siempre viene de la mano del Señor y que Él puede llenar nuestras expectativas más altas. Jesús enseñando a cerca de la oración dijo: "pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas
a los que le pidan?"
Oh Señor, en tu misericordia esperaré.
Confío en tu sabiduría eterna.
A tu Amor me entrego hoy
a los que le pidan?"
Oh Señor, en tu misericordia esperaré.
Confío en tu sabiduría eterna.
A tu Amor me entrego hoy
Pintura: Pier Toffoletti
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