Para mi el bien es estar cerca de Dios.
He hecho del Señor Soberano mi
refugio
para contar todas sus obras
Salmo 73: 28
NVI
Todo el bien posible se encuentra al lado del Señor. En el tiempo de la alegría su bendición completa nuestro sentido de bien-estar; y en el tiempo de las dificultades y conflictos, Él es nuestra esperanza cierta, que nos libera y reconforta; porque su poder se manifiesta en nuestras debilidades.
El salmista nos invita a meditar en la soberanía de Dios, porque nada escapa a su control. No tratamos de negar nuestra emociones, porque eso sería negar la realidad. Es la mirada honesta sobre nuestros sentimientos e inquietudes lo que nos pondrá delante de Dios, tal como somos, para dejar que él intervenga trayendo su paz, obrando a nuestro favor.
Un ejemplo claro de lo que digo lo encontramos en este mismo Salmo 73, donde el salmista inicia su reflexión al darse cuenta de sus dudas, y dice: "casi se deslizaron mis pies, ¡por poco resbalo...! tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos."
Trayendo estos sentimientos tan turbadores e "inadecuados" delante del Señor, es posible encontrar las respuestas y llegar a la firme conclusión: Para mi el bien es estar cerca de Dios. No importa lo que otros hagan, la decisión está tomada: He hecho del Señor Soberano mi refugio.
Todo el bien posible se encuentra al lado del Señor. En el tiempo de la alegría su bendición completa nuestro sentido de bien-estar; y en el tiempo de las dificultades y conflictos, Él es nuestra esperanza cierta, que nos libera y reconforta; porque su poder se manifiesta en nuestras debilidades.
El salmista nos invita a meditar en la soberanía de Dios, porque nada escapa a su control. No tratamos de negar nuestra emociones, porque eso sería negar la realidad. Es la mirada honesta sobre nuestros sentimientos e inquietudes lo que nos pondrá delante de Dios, tal como somos, para dejar que él intervenga trayendo su paz, obrando a nuestro favor.
Un ejemplo claro de lo que digo lo encontramos en este mismo Salmo 73, donde el salmista inicia su reflexión al darse cuenta de sus dudas, y dice: "casi se deslizaron mis pies, ¡por poco resbalo...! tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos."
Trayendo estos sentimientos tan turbadores e "inadecuados" delante del Señor, es posible encontrar las respuestas y llegar a la firme conclusión: Para mi el bien es estar cerca de Dios. No importa lo que otros hagan, la decisión está tomada: He hecho del Señor Soberano mi refugio.
Pintura: "Aroma"
Paul Rink
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