Los secretos del Señor son para los que le temen
y Él les dará a conocer su pacto.
Salmo 25: 14
(LBLA)
(LBLA)
Cuanto más intentamos conocer a Dios, con mayor fuerza nos sentimos invadidos por un sentimiento de pequeñez y nos damos cuenta de lo misterioso, complejo e inescrutable que Él es.
Es una ironía y también un gran alivio comprender que Dios no busca a los más sabios, los más entendidos, o los más instruidos para revelarse. Son las personas de corazón humilde, que en silencio perciben el misterio de la eternidad de Dios, quienes son llamados a ser parte de su pacto de amor.
Desde mi punto de vista, cuando nos acercamos para estudiar o saber más de Dios, tenemos que confiar que por su misericordia Él mismo se dará a conocer. Nada podríamos descubrir por nuestra propia cuenta.
Conocemos más de Dios cuando la motivación no es el mero conocimiento o análisis, aquel cuya finalidad es determinar racionalmente sus características, como si fuese un objeto. A Dios se le conoce disfrutando su santa presencia, cultivando aquello que el salmista define como "temor de Dios" que no es sino verdadera pasión por Dios mismo.
Pintura: Andrey Remnev
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