¿Por qué te abates, alma mía,
y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios,
porque aún he de alabarlo,
¡Salvación mía y Dios Mío!
Salmo 42: 5
¿Por qué te abates, alma mía, y te turbas dentro de mí? Es interesante este auto-análisis en medio del sufrimiento y la tristeza. No hay recriminaciones para el o los causantes de la aflicción, no hay preguntas buscando la causa, más bien se trata de una auto-reprensión como tratando de poner un paño-frío al ardiente dolor, como diciendo -acuérdate que el Señor está aquí-. Así surge la poderosa convicción de tener una esperanza cierta: Espera en Dios, porque aún he de alabarlo.
En medio de la ansiedad, el desanimo y la tristeza el salmista se acuerda de su Dios, porque su fe no es superficial; su fe está enraizada en el corazón pero compromete la razón, el entendimiento y la conciencia. Esta fe ha sido construida en la experiencia de vivir bajo la soberanía de Dios Todopoderoso. Por eso las expresiones ¡Salvación mía y Dios Mío! son espontáneas y veraces.
¡Oh Señor, tu eres nuestra esperanza cierta!
En medio de la ansiedad, el desanimo y la tristeza el salmista se acuerda de su Dios, porque su fe no es superficial; su fe está enraizada en el corazón pero compromete la razón, el entendimiento y la conciencia. Esta fe ha sido construida en la experiencia de vivir bajo la soberanía de Dios Todopoderoso. Por eso las expresiones ¡Salvación mía y Dios Mío! son espontáneas y veraces.
¡Oh Señor, tu eres nuestra esperanza cierta!
Pintura: Francisco Lorenzo Tardón
2 comentarios:
Este es uno de los salmos que mas me inspira.... BENDICIONES A LOS QUE LEEN LOS SALMOS.
hahaha... me rio porque realmente es difícil no abatirse.... Lo que mas hacemos muchas veces es preocuparnos... Esperar en Dios es lo que deberíamos. Alabarlo y honrarlo....Bendito Dios!!
Publicar un comentario