Él cuenta el número
de las estrellas;
a todas ellas llama por sus nombres.
Salmo 147: 4
Existen culturas en el mundo en que cada constelación de la bóveda celeste, representaba a un dios. Aquí el salmista nos dice que el Señor es el Dios de todas las estrellas.
Quiero pensar además, que el salmista tiene en mente la promesa que Dios le hizo a Abraham: Una descendencia tan grande e incontable como las estrellas. En este sentido los cristianos somos también herederos de aquella promesa, si creemos que somos el pueblo de Dios, y podemos decir que Él conoce el nombre de cada uno de sus hijos.
Es abrumador pensar que Dios conoce el nombre de las estrellas, especialmente si consideramos que aun con toda la tecnología existente, todavía quedan regiones en el campo celeste, constelaciones y estrellas, que se hallan más allá de los límites de la visión humana.
¡Oh Dios Todopoderoso, Creador y Sustentador del universo!
Existen culturas en el mundo en que cada constelación de la bóveda celeste, representaba a un dios. Aquí el salmista nos dice que el Señor es el Dios de todas las estrellas.
Quiero pensar además, que el salmista tiene en mente la promesa que Dios le hizo a Abraham: Una descendencia tan grande e incontable como las estrellas. En este sentido los cristianos somos también herederos de aquella promesa, si creemos que somos el pueblo de Dios, y podemos decir que Él conoce el nombre de cada uno de sus hijos.
Es abrumador pensar que Dios conoce el nombre de las estrellas, especialmente si consideramos que aun con toda la tecnología existente, todavía quedan regiones en el campo celeste, constelaciones y estrellas, que se hallan más allá de los límites de la visión humana.
¡Oh Dios Todopoderoso, Creador y Sustentador del universo!
Ilustración: Bernhard Oberdiesk
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