Mira, Dios, escudo nuestro,
y pon los ojos en el rostro
de tu elegido.
Salmo 84: 9
La mirada de Dios. ¿Qué ve Dios cuando nos mira?
En el tiempo de mi niñez, muchas veces tuve miedo de Dios, especialmente cuando alguien me dijo que Dios siempre estaba mirándonos y que si hacía algo malo Dios me castigaría.
Por mucho tiempo tuve esa idea de Dios: un ojo, al más puro estilo egipcio, siempre amenazador, siempre acusador y
siempre dispuesto al castigo.
Los santos Evangelios nos hablan una y otra vez de la mirada compasiva de Jesús, fiel reflejo del Padre Dios. Es conmovedor leer el efecto que esa mirada tenía en las personas. Cada vez que Jesús sostenía algún encuentro personal, era su mirada la que traspasaba el alma de esa persona. El amor de Dios así derramado, provocaba reacciones espontáneas; nadie quedaba indiferente, y nadie podía continuar con su propio estilo de vida.
La mirada de Dios, es una mirada de compasión, de perdón y de encuentro. Cuando acudimos a Él, Dios nos mira y ve lo que puso en nosotros al crearnos. Cuando Dios nos mira se completa el circulo de comunicación y de amor perfecto. Ese circulo es impenetrable: un escudo nuestro.
Oh Señor, míranos hoy con Tu misericordia.
La mirada de Dios. ¿Qué ve Dios cuando nos mira?
En el tiempo de mi niñez, muchas veces tuve miedo de Dios, especialmente cuando alguien me dijo que Dios siempre estaba mirándonos y que si hacía algo malo Dios me castigaría.
Por mucho tiempo tuve esa idea de Dios: un ojo, al más puro estilo egipcio, siempre amenazador, siempre acusador y
siempre dispuesto al castigo.
Los santos Evangelios nos hablan una y otra vez de la mirada compasiva de Jesús, fiel reflejo del Padre Dios. Es conmovedor leer el efecto que esa mirada tenía en las personas. Cada vez que Jesús sostenía algún encuentro personal, era su mirada la que traspasaba el alma de esa persona. El amor de Dios así derramado, provocaba reacciones espontáneas; nadie quedaba indiferente, y nadie podía continuar con su propio estilo de vida.
La mirada de Dios, es una mirada de compasión, de perdón y de encuentro. Cuando acudimos a Él, Dios nos mira y ve lo que puso en nosotros al crearnos. Cuando Dios nos mira se completa el circulo de comunicación y de amor perfecto. Ese circulo es impenetrable: un escudo nuestro.
Oh Señor, míranos hoy con Tu misericordia.
Pintura: David Hockney
No hay comentarios:
Publicar un comentario