Me has guiado según tu consejo,
y después me recibirás en gloria.
¿A quién tengo yo en los cielos
sino a Ti?
Salmo 73: 24 y 25
Nuestra esperanza, al igual que para el salmista, está puesta por completo en el Señor.
Esta es una buena ocasión para dar gracias por la vida que es un regalo y pensar con esperanza y serena quietud en el término de nuestros días aquí en la tierra, porque nuestra vida tiene un final feliz en los cielos.
Pero es la pregunta del salmista ¿A quién tengo yo en los cielos
sino a ti? lo que nos hace pensar en algo que parece obvio pero en realidad tiene un gran sentido: El cielo no es el cielo que esperamos, si Dios mismo no está allí. Es la presencia de Dios y estar a su lado lo que hace que el cielo sea realmente cielo.
La gloria no es sino el estar más y más cerca de nuestro Dios y Padre
¡Oh Señor, Tú eres nuestra Esperanza viva!
sino a ti? lo que nos hace pensar en algo que parece obvio pero en realidad tiene un gran sentido: El cielo no es el cielo que esperamos, si Dios mismo no está allí. Es la presencia de Dios y estar a su lado lo que hace que el cielo sea realmente cielo.
La gloria no es sino el estar más y más cerca de nuestro Dios y Padre
¡Oh Señor, Tú eres nuestra Esperanza viva!
Pintura: Vincent Van Gogh
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