Dios hace habitar en familia
a los desamparados
Salmo 68: 6
La familia es un regalo de Dios. También es un ofrecimiento de Dios para cada persona.
Podemos tener nuestra familia nuclear o disfrutar de una gran familia extendida. Pero habitar en la familia de Dios, sentirnos acogidos, amados, respetados, seguros y en armonía es también un regalo espiritual que Dios ofrece.
Quiero apropiarme de esta oración pidiendo a Dios por nuestros hijos, aquellos que aun no han formado sus propias familias. En el diseño de Dios, el matrimonio, la paternidad o maternidad, son una fuerte de amor donde se suavizan las asperezas diarias de la vida. Se necesita sabiduría divina para tomar buenas decisiones.
¡Oh Señor, gracias por la familia y gracias por tu santo Amor!
Orienta a nuestros hijos para que tomen sabias decisiones,
al forman sus propias familias.
"Desayuno bajo los abedules"
Carl Larsson
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