Alabad a Jehová,
porque es bueno cantar
salmos a nuestro Dios,
porque suave y hermosa
es la alabanza
Salmo 147: 1
Este salmo 147 es un himno de alabanza y celebración, de principio a fin; no presenta queja o petición alguna. Esta alabanza exalta los atributos y el poder de Dios estableciendo muy claramente que Él se encuentra totalmente por encima y más allá del género humano. Comienza y termina con la expresión ¡Aleluya!
Suave y hermosa es la alabanza. La alabanza, el canto humano para Dios es quizás la expresión más noble y elevada que exista. Especialmente cuando comprendemos que a pesar de su grandeza, Dios se ocupa con bondad y misericordia de los débiles, heridos e infelices y de todo aquel que lo reconoce como Dios eterno.
Creo que es tiempo de dejar de hablar de la alabanza; ya se ha dicho que Dios debe ser alabado. Es tiempo de cantar a Dios; con sencillez y alegría digamos "Aleluya"
"Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor,
tan sólo Tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
(fragmento del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís)
Suave y hermosa es la alabanza. La alabanza, el canto humano para Dios es quizás la expresión más noble y elevada que exista. Especialmente cuando comprendemos que a pesar de su grandeza, Dios se ocupa con bondad y misericordia de los débiles, heridos e infelices y de todo aquel que lo reconoce como Dios eterno.
Creo que es tiempo de dejar de hablar de la alabanza; ya se ha dicho que Dios debe ser alabado. Es tiempo de cantar a Dios; con sencillez y alegría digamos "Aleluya"
"Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor,
tan sólo Tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!
(fragmento del Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís)
Pinturas de Brian Kershisnik
Artista estadounidense nacido en 1962
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