Aunque el tiempo de Adviento terminó,
quiero continuar estas reflexiones en torno a la vida de
nuestro Señor Jesucristo, trayendo algunas de las
nuestro Señor Jesucristo, trayendo algunas de las
autodefiniciones de "Yo soy" que encontramos
en el Evangelio según San Juan.
En ningún caso abandonaremos los Salmos.
Gracias por acompañarme en esta aventura espiritual.
en el Evangelio según San Juan.
En ningún caso abandonaremos los Salmos.
Gracias por acompañarme en esta aventura espiritual.
El Camino
Esta metáfora debe ser una de las más conocidas. Tiene la connotación de carretera, sendero, calle, autopista, etc., pero también se expande en significados que van desde la manera de hablar, la manera en que caminamos y la forma en que nos comportamos.
Cuando Jesús nos dice "Yo soy el camino..." no se limita a señalar una vía o una manera. Jesús señala el camino, pero luego toma la iniciativa y nos invita a ir con ÉL. Nos lleva junto a Él a cruzar tierras y mares, soledades y desiertos, de día y de noche, por toda clase de climas. Nos lleva en todo momento, evitando los caminos sin salida, los desvíos seductores, prestando atención a los peligros y defendiéndonos de enemigos.
El Camino, Jesús, no es una abstracción. Es una metáfora y al mismo tiempo es una persona. La persona que nos es revelada en las Sagradas Escrituras, especialmente en los Evangelios. La misma que pronuncia palabras que podemos entender, que se sienta a comer con los repudiados de la sociedad de su época; que se compadece de los olvidados, los enfermos y los niños. Jesús de Nazaret, Jesús el Hijo de Dios, Jesús el que murió y resucitó, Él es el Camino.
El salmista nos aconseja:
Encomienda al Señor tu camino
y confía en Él; y Él hará
Salmo 37:5
Cuando Jesús nos dice "Yo soy el camino..." no se limita a señalar una vía o una manera. Jesús señala el camino, pero luego toma la iniciativa y nos invita a ir con ÉL. Nos lleva junto a Él a cruzar tierras y mares, soledades y desiertos, de día y de noche, por toda clase de climas. Nos lleva en todo momento, evitando los caminos sin salida, los desvíos seductores, prestando atención a los peligros y defendiéndonos de enemigos.
El Camino, Jesús, no es una abstracción. Es una metáfora y al mismo tiempo es una persona. La persona que nos es revelada en las Sagradas Escrituras, especialmente en los Evangelios. La misma que pronuncia palabras que podemos entender, que se sienta a comer con los repudiados de la sociedad de su época; que se compadece de los olvidados, los enfermos y los niños. Jesús de Nazaret, Jesús el Hijo de Dios, Jesús el que murió y resucitó, Él es el Camino.
El salmista nos aconseja:
Encomienda al Señor tu camino
y confía en Él; y Él hará
Salmo 37:5
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Dos caminos
se bifurcaban en un bosque y yo,
yo tomé el menos transitado,
y eso hizo toda la diferencia.
(fragmento del poema
yo tomé el menos transitado,
y eso hizo toda la diferencia.
(fragmento del poema
"El camino no elegido"
de Robert Frost)
3 comentarios:
Gracias, querida Clarissa.
Es una verdadera alegría, encontrarte aquí, querida Rosita.
¡Buena semana!
Gracias, nuevamente.
Me quedo con: "Nos lleva en todo momento, evitando los caminos sin salida, los desvíos seductores, prestando atención a los peligros y defendiéndonos de enemigos." Necesitaba leerlo una vez más.
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