Y Jesús crecía en sabiduría,
en estatura y en gracia para
con Dios y los hombres
Evangelio San Lucas 2: 52
Este breve texto que he traído hoy, dice tan poco y tanto a la vez. Jesús, el Hijo de Dios, pasó muchos más años en el anonimato, creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres que en toda su intensa vida pública.
También en este sentido Jesús fue enteramente humano. Se crece en los pequeños eventos cotidianos, en el día a día, paulatinamente, en forma casi imperceptible desde que nacemos y durante cada circunstancia que nos toca vivir. Sin embargo, me parece que no podemos pasar por alto un detalle que puede hacer una diferencia: El sentido de crecimiento en la vida de Jesús tuvo un orden que se mantuvo hasta el fin, hasta su muerte y resurrección. Ese orden es: primero para con Dios, un sentido vertical y luego para con los hombres, un sentido horizontal.
Jesús nos invita hoy a seguir su ejemplo: Mantener y cuidar en primer lugar nuestra relación con Dios. Nuestro Padre Dios es quién nos da salud, Amor y todo lo necesario para nutrir nuestra vida. Así podemos crecer cada día en forma integral, en todos los aspectos de nuestra vida: en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
El Señor sustenta toda nuestra vida, por eso el salmista dice:
Dad gracias al Señor porque Él es bueno
porque para siempre es su misericordia
Salmo 136: 1
en estatura y en gracia para
con Dios y los hombres
Evangelio San Lucas 2: 52
Este breve texto que he traído hoy, dice tan poco y tanto a la vez. Jesús, el Hijo de Dios, pasó muchos más años en el anonimato, creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres que en toda su intensa vida pública.
También en este sentido Jesús fue enteramente humano. Se crece en los pequeños eventos cotidianos, en el día a día, paulatinamente, en forma casi imperceptible desde que nacemos y durante cada circunstancia que nos toca vivir. Sin embargo, me parece que no podemos pasar por alto un detalle que puede hacer una diferencia: El sentido de crecimiento en la vida de Jesús tuvo un orden que se mantuvo hasta el fin, hasta su muerte y resurrección. Ese orden es: primero para con Dios, un sentido vertical y luego para con los hombres, un sentido horizontal.
Jesús nos invita hoy a seguir su ejemplo: Mantener y cuidar en primer lugar nuestra relación con Dios. Nuestro Padre Dios es quién nos da salud, Amor y todo lo necesario para nutrir nuestra vida. Así podemos crecer cada día en forma integral, en todos los aspectos de nuestra vida: en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
El Señor sustenta toda nuestra vida, por eso el salmista dice:
Dad gracias al Señor porque Él es bueno
porque para siempre es su misericordia
Salmo 136: 1
Pintura: Cicely Mary Barker
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