Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios,
porque en Él está mi esperanza
Salmo 62: 5
Esperar en silencio. Tenemos que reconocer que esta no es nuestra tendencia natural. Por el contrario, nuestra naturaleza humana nos impulsa a la queja, al reclamo, y la paciencia se nos agota rápidamente.
En Él está mi esperanza. Poner nuestra esperanza en el Señor es confiar completamente, dejando de lado nuestros temores, reales o imaginarios, acallando la voz del corazón y sus "palpitaciones", para estar en paz y en silencio; sabiendo que Dios tiene dominio sobre el tiempo, las circunstancias y nuestra historia de vida.
Esperar en silencio es también una manera de adorar a Dios como el dueño y supremo gobernador del universo.
Recordemos el consejo del Apóstol San Pedro: "echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros".
¡Oh Señor, hoy quiero adorarte con mi silencio!
¡Oh Señor, hoy quiero adorarte con mi silencio!
2 comentarios:
A veces guardar silencio es muy costoso, quizá nos falta confianza en su capacidad de elocuencia.
Estar en silencio es difícil. Disponer un día de silencio ante Dios, sin pedir, sin quejas o reclamos, es más difícil aun.
Pero es necesario guardar nuestra lista de peticiones y dar espacio para Su elocuencia
Gracias Enrique por tu oportuno comentario.
Un gran abrazo, querido amigo
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