A Tí alcé mis ojos,
a Tí que habitas en los cielos.
Salmo 123: 1
A Tí alcé mis ojos. Alzar la mirada es un gesto de esperanza. Es la búsqueda de ayuda en medio de la aflicción. Es una oración donde las palabras quedan en segundo plano; son los ojos los que hablan y buscan misericordia.
A Tí que habitas en los cielos. En esta frase queda en evidencia la condición de humildad de quien alza los ojos. Es una manera de reconocer la autoridad de Dios y todos sus santos atributos.
Sin duda Dios tiene su lugar, su esencia y su estrado como corresponde a su divina autoridad; pero también hay en Él un santo amor y una santa misericordia.
¡Señor, Hoy levanto a ti mis ojos!
pintura: Isabel Guerra
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