Porque más grande que los cielos
es tu misericordia
y hasta los cielos tu fidelidad
Salmo 108:4
Este verso tiene la ternura de un niño que trata de dimensionar la estatura o el amor de su Padre. Ante Dios somos realmente frágiles seres dependientes de su misericordia.
Reconocer la grandeza de Dios, su soberanía y majestad es un acto de adoración a Dios, pero también trae descanso y alivio a la ansiedad que en ocasiones nos invade, especialmente en momentos de incertidumbre.
Saber, desde la experiencia, que realmente podemos confiar en la misericordia y el amoroso cuidado de Dios, es disfrutar de nuestra calidad y condición de "Hijos de Dios".
Father and son
Lion Wallpaper
2 comentarios:
Gracias Clarissa: tus salmos siempre me orientan en inspiran, para el resto del día y perduran,Dios como nuestro Padre siempre nos cuidará. Abrazo
Francisco, todos necesitamos a nuestro Padre Dios, especialmente al comenzar el día.
Un gran abrazo!
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