¡Bendito el hombre
que confía en Jehová
cuya confianza está puesta
en Jehová!
porque será como el árbol
plantado junto a las aguas
que junto a la corriente
echará sus raíces.
No temerá cuando llegue el calor,
sino que su hoja estará verde.
En el año de sequía
no se inquietará
ni dejará de dar fruto.
Jeremías 17: 7, 8
Este hermoso texto es muy parecido al Salmo 1. Sólo viene a reafirmar la metáfora usada por el salmista.
El agua de vida sabemos que es Jesús, porque Él mismo lo dijo en el Evangelio según San Juan. Por lo tanto podríamos decir: "Bendito el hombre que recibe y toma para si mismo el agua de vida; no cesará de dar fruto". En otras palabras, la bendición alcanzará a quienes lo rodean.
Pear tree
Gustav Klimt
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