Cambia la tempestad en sosiego
y se apaciguan sus olas
Salmo 107: 29
Cambia la tempestad en sosiego. Este en un milagro maravilloso que el Señor continua haciendo en nuestros días.
Nuestra frágil barca a menudo se ve envuelta en la tempestad, grandes olas amenazantes nos quitan el sosiego, nos roban la calma y la aflicción se apodera de nuestro ánimo. Somos agitados por ráfagas de temores que se acrecientan en la soledad de un gran océano de dudas. Pero allí está el Señor dispuesto a entregarnos su bendita calma, en cuanto acudimos a Él. Una sola palabra, con su santa autoridad, y todo vuelve a estar en orden.
La voz potente de nuestro Dios tiene autoridad sobre los elementos naturales y también sobre el mundo espiritual.
¡Gracias Señor, por el bendito descanso y sosiego que nos regalas!
Aacuarela de Andrew Wyeth
1917 - 2009
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