Venid, ved las obras de Jehová,
que ha hecho portentos
en la tierra.
Salmo 46: 8
El salmista nos invita a reconocer la grandeza de Dios en todo. En la agitación y las manifestaciones de la naturaleza: los montes y el mar. En la ciudad y el pueblo de Dios a través de la historia; y en toda la tierra y las naciones.
Dios en su misericordia atiende todas nuestras oraciones y cuando estamos en dificultades sentimos que Él hace hechos portentosos, acudiendo y actuando a nuestro favor.
Sin embargo estos versos del salmo 46 que hablan de hechos extraordinarios, me han recordado que generalmente, nuestra oración como hijos de Dios tiene relación con circunstancias personales: la familia, el círculo de amistades y a veces la ciudad y el país. Pocas veces incluimos en nuestras plegarias motivos que revelen nuestra fe en Dios, como el Señor
del universo y de la historia.
¿Cómo podríamos ver portentos en la tierra, hechos realmente extraordinarios y maravillosos, si nuestra mirada permanece anclada en nuestro pequeño mundo?
Oh Señor, danos la sensibilidad necesaria para comprender la compasión y el amor con que Tú ves a la humanidad.
Sin embargo estos versos del salmo 46 que hablan de hechos extraordinarios, me han recordado que generalmente, nuestra oración como hijos de Dios tiene relación con circunstancias personales: la familia, el círculo de amistades y a veces la ciudad y el país. Pocas veces incluimos en nuestras plegarias motivos que revelen nuestra fe en Dios, como el Señor
del universo y de la historia.
¿Cómo podríamos ver portentos en la tierra, hechos realmente extraordinarios y maravillosos, si nuestra mirada permanece anclada en nuestro pequeño mundo?
Oh Señor, danos la sensibilidad necesaria para comprender la compasión y el amor con que Tú ves a la humanidad.
Pintura: Georgia O'Keeffe
2 comentarios:
Tienes razón, Clarissa, muchas veces no sabemos mirar más allá y es indispensable.
Me ha encantado este salmo. Leerte cada día es una delicia, querida amiga.
Si, este es un salmo que nos mueve a mirar más lejos y en esa mirada ver también la gloria de Dios Todopoderoso.
Gracias por tu compañía, querida amiga.
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