Ciertamente hay Dios que juzga
en la tierra.
Salmo 58: 11b
Este salmo 58 habla de la maldad en la tierra. En muchas ocasiones pensamos que lo perverso está allá, en un "otro" distinto a nosotros. Sin embargo el salmista nos recuerda que "en el corazón maquináis la maldad, hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.""
Cuando nos encontramos cara a cara con nuestro Dios, es Él quien nos libera de nuestras ataduras del mal y nos entrega sus promesas, que son las que sostienen nuestra vida espiritual. Él dice: "os daré un corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros" (libro del Profeta Ezequiel)
¡Oh Señor, me presento hoy ante Ti, permite que tus promesas sostengan mi corazón!
Pintura: Carl Vilhelm Holsoe
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