Porque ha inclinado a mí
su oído;
por tanto lo invocaré
en todos mis días.
Salmo 116: 2
Es Dios quien toma la iniciativa para restablecer el diálogo con el ser humano. Ese gesto es especial y particular para cada uno de sus hijos, por eso el salmista dice ha inclinado a mí su oído. La dulzura del Amor de Dios llena por completo el corazón de confianza. Podemos acudir a Él en cualquier momento.
Pero aquí el salmista dice: lo invocaré en todos mis días. Ya no es un llamado con un motivo particular o un grito de auxilio; en ambos casos Dios en su misericordia siempre acude. Se trata de todos mis días; es el corazón piadoso que busca la comunión y el diálogo permanente con Dios. Un diálogo que es alimento, sustento amoroso y alegría del alma.
¡Oh Señor, danos la constancia para invocarte con el corazón!
Es Dios quien toma la iniciativa para restablecer el diálogo con el ser humano. Ese gesto es especial y particular para cada uno de sus hijos, por eso el salmista dice ha inclinado a mí su oído. La dulzura del Amor de Dios llena por completo el corazón de confianza. Podemos acudir a Él en cualquier momento.
Pero aquí el salmista dice: lo invocaré en todos mis días. Ya no es un llamado con un motivo particular o un grito de auxilio; en ambos casos Dios en su misericordia siempre acude. Se trata de todos mis días; es el corazón piadoso que busca la comunión y el diálogo permanente con Dios. Un diálogo que es alimento, sustento amoroso y alegría del alma.
¡Oh Señor, danos la constancia para invocarte con el corazón!
Pintura: Odilon Redon
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