Grande es Jehová
y digno de suprema alabanza,
su grandeza es insondable.
Salmo 145:3
Aquí están las razones que, probablemente, justifican el compromiso de David con su Dios. Este compromiso, tal como lo expresan los versos 1 y 2 de este mismo Salmo (ver día de ayer) no parece producto de una emoción pasajera. Más bien nos revela una decisión; es algo de la voluntad, y se fundamenta en razones específicas, como las que se enumeran acá:
- Grande es Jehová. Una grandeza que como el salmista lo dice, es insondable, no tiene explicación alguna. Se trata del Soberano del universo.
- Digno de suprema alabanza. Una conclusión que nace de la experiencia de vida del salmista. Recordemos la soledad de este niño-adolescente pastor de ovejas. Luego sufrió el odio a muerte del rey Saúl, también la traición de su propio hijo. Sin olvidar el dolor del arrepentimiento por sus graves faltas ante Dios. Estos y otros detalles en la vida de David, significaron un aprendizaje y luego, fueron configurando un acercamiento genuino a la misericordia de Dios. Por eso lo llama "Mi Dios", "Mi Rey"
Mi Dios, Mi Rey
Cada día te bendeciré
Imagen tomada de la web
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