Dios es el que me reviste de poder
y quien hace perfecto mi camino;
quien hace mis pies
como de venados
y me hace estar firme
sobre mis alturas
Salmo 18: 32,33
Muchas veces, consiente o inconscientemente, tomamos riesgos que nos llevan a situaciones de extremo peligro. Sólo Dios puede hablar a nuestra conciencia trayéndonos a terreno seguro.
Pero en otras ocasiones, nos vemos enfrentados a situaciones en que el riesgo o el peligro reside en tomar las decisiones adecuadas. Ser fieles a nuestros principios morales nos puede significar problemas con nuestras amistades o familiares. Aquí también Dios es quien nos reviste de su poder para perseverar.
Firme sobre mis alturas. Esta expresión me hace pensar en que existe una manera correcta de hacer nuestras cosas y vivir la vida y eso es una medida. Cuando "rasguñamos" la medida, sin alcanzarla, y sólo nos conformamos con "lo que sea", entonces traicionamos esa altura y, quizás, la expectativa divina. Dios es quien nuevamente nos lleva de regreso a terreno firme, espacioso y seguro: firme sobre mis alturas.
Ilustración
Jessie Willcox Smith
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