A Jehová clamé estando
en angustia
y Él me respondió
Salmo 120:1
Una y otra vez, en distintos salmos está la voz del que clama y es escuchado, como un testimonio de la fidelidad de Dios.
Estando en angustia clamé. ¿A quien más podríamos recurrir? ¿Quien puede entender nuestros sentimientos y emociones cabalmente?
Son nuestras angustias las que con mayor frecuencia nos hacen volver los ojos al cielo, confiando en la bondad de Dios; confiando en sus promesas. Jesús en el Sermón del Monte dice: "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación" (Evangelio según San Mateo)
Y una cosa más: ¿cómo podríamos ser consolados, si no derramamos nuestra angustia en su regazo?
Él me respondió. Dios nos responde de muchas maneras. La voz de Dios es muy clara para el corazón sensible y humilde que sabe acallar su propio diálogo interno.
¡Gracias Dios por Tus respuestas!
¡Gracias Dios por Tus respuestas llenas de Amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario