¡Viva Jehová
y bendita sea mi roca!
Y enaltecido sea
el Dios de mi Salvación
Salmo 18:46
Todo este salmo 18 es un canto de victoria. Varias veces se usa la metáfora de la roca para significar el poderío de Dios y la protección que brinda a sus amados.
En estos días, cuando estamos próximos a celebrar Navidad, es paradojal pensar en el Niño de Belén y sentir que en Él tenemos protección, que su fragilidad es nuestra fuerza y su dulce mirada es la vida abundante que Dios nos ha prometido.
¡Viva Jehová
y bendita sea mi roca!
Ilustración antigua -1884
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