Pero nosotros bendeciremos
a Jah
Desde ahora y para siempre.
Aleluya
Salmo 115: 18
Pero nosotros. Aquí hay
una decisión. Probablemente nace de la profunda emoción de sentir la grandeza
de Dios. Esta convicción se convierte en decisión, y finalmente en determinación. Es tan
fuerte el sentimiento que involucra a todos los que están cerca del salmista, porque habla de un “nosotros”.
Aleluya. Finalmente
la decisión se vuelve, además, un canto de alabanza a Dios.
Nosotros hoy también alabamos a Dios por su grandeza y su gran amor. Como lo expresa el Apóstol San Juan en su primera epístola universal: "Nosotros lo amamos a Él porque Él nos amó primero"
Madonna y el Niño con Ángeles
Gerda Wegener
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