Pequeño soy, y desechado,
mas no me he olvidado de tus mandamientos.
Salmo 119: 141
Pequeño soy, y desechado. No importa si somos grandes o pequeños, si nos sentimos indefensos, disminuidos y poca cosa. Ante Dios todos somos importantes, únicos y valiosos.
No me he olvidado de tus mandamientos. La autoestima está anclada en la Ley de Dios. No solo la auto estimación sino también la de quienes nos rodean. Cada día en nuestra sociedad es más importante el aporte que puede hacer un hijo de Dios, en lealtad, en honradez, en responsabilidad, bondad y alegría de vivir; y estos son valores que fluyen del manantial de vida que se encuentra en los mandamientos. Un corazón apegado a la Ley de Dios, que no olvida sus mandamientos, es un corazón que se mantendrá puro, lleno de bondad y a su alrrededor sembraraá semillas de luz en medio de nuestro mundo hostil, carente de valores. Solo de esta manera puede haber un cambio significativo.
Dream Blocks
Jessie Willcox Smith
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