viernes, 31 de agosto de 2012

Con mi voz




Con mi voz clamaré
a Jehová;
con mi voz pediré a Jehová
misericordia
Delante de Él expondré mi queja;
delante de Él manifestaré
mi angustia
Salmo 142: 1, 2


Con mi voz clamaré ... pediré... expondré mi queja...a Jehová. Esta es una gran lección; el salmista se dirige a quien tiene todo el poder para obrar a  nuestro favor, para intervenir en nuestra vida, para darnos lo que necesitamos. Cuando nos quejamos,  no debería ser delante de los hombre, sino únicamente delante de Dios.
Traer a sus pies, en palabras, nuestros más honestos sentimientos, necesidades y conflictos, es un acto de fe y de entrega; un acto de reconocimientos del gran poder y bondad de Dios Todopoderoso.

Es notable que en el verso siguiente el salmista dice: "Tú eres mi esperanza y mi porción en la tierra de los vivientes".  En otra versión (Dios Habla Hoy) se lee: "... Tú eres todo lo que tengo en esta vida"

Si relamente creemos que Dios puede hacer algo para y por nosotros, entonces es momento a expresar "con nuestra voz" una plabra de gratitud, un canto de reconocimiento hacia Él.

¡Oh Señor, gracias por acoger nuestras voces!


Pintura de David Agenjo



jueves, 30 de agosto de 2012

Bienaventurado



¡Bienaventurado el hombre
que puso en Jehová
su confianza
y no mira a los soberbios
ni a los que se desvían
tras la mentira!
Salmo 40: 4

Mientras la mano de nuestra fe esté sujeta en Dios, no habrá aflicción que pueda impedirnos ser bienaventurados, dichosos en sus promesas, anclados en la Esperanza viva de su misericordia.

Desviar la mirada, significa prestar atención a otras voces; el salmista nos advierte de aquellas que se levantan para sembrar dudas, falsedades y temores. 
Vivimos en una sociedad que exalta el logro personal y el individualismo. Con exigencias exitistas, gran  competitividad y sed de poder. Por eso es importante mantener una adecuada autoestima que proviene de la fe cimentada en el amor de Cristo.  El Apóstol San Pablo lo dice de la siguiente manera: "que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de ... conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento" (Epístola a los Efesios).

¡Gracias Señor, porque en Ti somos bienaventurados!


Ilustración de Charles Robinson

miércoles, 29 de agosto de 2012

Los mandamientos




Tú encargaste
que tus mandamientos
sean guardados con esmero.
¡Ojalá fueran estables mis caminos
para guardar tus estatutos!
Salmo 119: 4, 5

Perseverar diligentemente en guardar los mandamientos, es lo que Dios espera de sus hijos. No por temor al castigo, sino como una consecuencia de nuestro amor por Él. Obedecer a Dios siempre es el mejor camino y, el más seguro; lo cual no significa que sea fácil. Pero tenemos la fuerza y la sabiduría del Espíritu de Dios, que nos asiste.

Un detalle importante que nos muestra el salmista: Nuestra naturaleza inconstante no anula la responsabilidad que tenemos ante Dios, de guardar su Ley divina. San Agustín dice: "Es mejor cojear por el camino que avanzar a grandes pasos fuera de él. Pues quien cojea en el camino, aunque avance poco, se acerca a la meta, mientras que quien va fuera de él, cuanto más corre, más se aleja".

¡Oh Señor, ayúdame a perseverar con esmero en tus mandamientos!


Pintura: Ada Thilen

martes, 28 de agosto de 2012

Grande y ancho mar




He allí el grande y ancho mar,
en donde se mueven
seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
Salmo 104: 25

El mar rebosa exuberancia y belleza. En sus aguas se mueven innumerables formas de vida. Una sola ola puede contener millones de seres microscópicos, y es además fuente inagotable de poesía y belleza. No hay que ser poeta para sentirse sobrecogido frente al mar y hacerse parte de esa felicidad azul que no termina de saludar la playa y dar voces al cielo igualmente azul.

El grande y ancho mar, es sólo una de las obras maravillosas de Dios Creador. Un recorrido por este salmo 104 nos hace reflexionar en la grandeza de Dios. Para mi lo más sorprendente es que Dios no hace distinción entre seres pequeños o grandes; no tiene una escala de valoración o importancia. Para Dios toda su creación es preciosa y se ocupa de ella con la misma sabiduría. Por eso es que finalmente, toda la creación es una prolija cadena de vida y dependencia. Dios sustenta su creación desde el principio y de generación en generación.





Fotos de Clark Little
fotografo especializado en "Surf"

lunes, 27 de agosto de 2012

Señales poderosas




Él mira a la tierra y ella tiembla;
toca los montes y humean.
Salmo 104: 32

Todo este Salmo 104 es un poema para exaltar a Dios Creador. Cuando  Él mira la tierra y ella tiembla -¿quién puede quedar indiferente?

Los volcanes y su actividad están también sujetos a su divina sabiduría.
Lo extraordinario es que Dios, nuestro Padre Dios, gobierna su creación con sabiduría, misericordia, justicia y santidad. No hay reacciones caprichosas o "prepotentes". En su sabiduría, Él tiene toda la información posible y sus propósitos son eternos.
Vivir bajo su soberanía, su amoroso cuidado y su protección nos proporciona descanso y tranquilidad.

Por otra parte, sabemos que nuestro Dios es también fuego consumidor. Esto debería hacernos más sensibles a la mirada del Señor, que puede hacer temblar nuestro ser y cuando estamos en aflicción, un toque de su mano inflamaría nuestro corazón.

¡Oh Señor, danos la sensibilidad necesaria para amarte más!

Volcán Llaima, Región de la Araucanía - Chile
Foto de mi amiga Mery Sepúlveda

domingo, 26 de agosto de 2012

Bendito su nombre



¡Bendito su nombre glorioso
para siempre!
¡Toda la tierra sea llena
de su gloria!
¡Amén y Amén!
Salmo 72: 19

Pocas veces a lo largo de nuestro día a día, nos detenemos para bendecir el nombre de nuestro Dios. Bendecir es bien-decir, hablar bien de alguien, con elogios, con palabras de alabanza. 
Bendecir el nombre de nuestro Dios es unirnos al lenguaje universal, de cielo, mar y tierra que reconoce a su creador. Bendecir a Dios es levantar con alegría la voz del corazón, en un gesto sencillo como su propio latido, para decir -aquí estoy Señor para adorarte.

Este es un salmo de David y lo termina con dos "Amén". Dice la tradición, que Amén es el sello de una oración; en este caso un Amén pertenece a este mundo y con el segundo Amén la oración queda sellada por la eternidad. 

¡Bendito sea el nombre de mi Dios!

Pintura Jacqui Beck


sábado, 25 de agosto de 2012

Desde lo alto



Porque miró desde lo alto
de su santuario;
miró Jehová desde los cielos
a la tierra.
Salmo 102: 19


Miró desde lo alto. Dios nos mira desde su eternidad, su santidad y grandeza: nos mira desde lo alto. Esto nos revela su compasión y su misericordia; porque nos mira a cada uno con el mismo interés, como si fuésemos el único ser sobre la tierra. 

La mirada de Dios todo lo ve, pero está llena de compasión. Una compasión que significa pena y misericordia acompañada por el deseo de ayudar a cambiar las cosas. 
Fue la compasión, por ejemplo, lo que llevó a Jesús a preocuparse por la multitud hambrienta y darles de comer, en aquella ladera de la montaña en Galilea.

Miró Jehová desde los cielos a la tierra. La presencia de Dios llena los cielos y sobre su majestad nada existe. Su mirada santa y amorosa reposa sobre su creación, porque de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan (Salmo 24)


Pintura de Nikolái Roerich


viernes, 24 de agosto de 2012

Eternidad



Ciertamente mil años
delante de tus ojos
son como el día de ayer,
que pasó
y como una de las vigilias
de la noche.
Salmo 90: 4

Mil años delante de tus ojos son como el día de ayer. El salmista trata de explicarse  la eternidad de Dios. Un concepto que escapa a nuestra realidad humana finita y concreta, con principio y fin; nacimiento y muerte. 

Honestamente, no hay manera de imaginar como es la eternidad y no trataré de explicar lo que sólo acepto por fe; fe en Dios eterno y santo. Pero me emociona pensar que Él nos ha hecho parte de esa eternidad, desde la creación. El libro de Eclesiastés dice "Todo lo hizo hermoso en su tiempo, y ha puesto eternidad 
en el corazón de ellos...".
Esta es la razón de la búsqueda espiritual que todo ser humano lleva consigo y que sólo puede ser satisfecha con el Amor puro, verdadero y eterno; el Amor de Dios.

Ilustración de Roberto Weigand

jueves, 23 de agosto de 2012

Levanta



Él levanta del polvo al pobre
y al menesteroso alza
de su miseria
Salmo 113: 7

Él levanta del polvo al pobre. Pobres, desvalidos, atribulados, carentes de afecto, son características y circunstancias que pueden describir a los cristianos. El corazón de Dios es conmovido  y nos levanta de nuestra pobreza para incluirnos en las riquezas de su gloria. Somos herederos de su reino. Exaltados desde la miseria a las esferas más altas de lo celestial, sólo por su misericordia, compasión y bondad.


El gran tesoro del Evangelio está puesto en vasos de arcilla. El Apóstol San Pablo escribiendo a los Corintios dice que lo necio y lo débil del mundo escogió Dios, para que nadie tenga dudas de la excelencia de su santo poder y soberanía.

Desde esta perspectiva, con mayor fuerza, podemos afirmar que ni una sola de nuestras humildes  y fervientes plegarias escapa a su oído.

¡Oh Señor y Dios, bendito sea tu nombre!


"Misterio de su huella en cada cosa"
Isabel Guerra

miércoles, 22 de agosto de 2012

Su nombre



Gloriaos  en su santo nombre;
alégrese el corazón
de los que buscan a Jehová.
Salmo 105: 3

Gloriaos en su santo nombre. El salmista nos dice "siéntanse orgullosos de su santo nombre". El nombre de Dios representa su carácter y sus atributos santos y sublimes. 
Sin duda tener un Dios así es un gran motivo para sentirse verdaderamente feliz.
No hay palabras, forma o manera para expresar el gozo de lo que significa saber, con el corazón, quién es nuestro Dios. 

Te adoramos, Oh Dios, por ser como Tú eres: único, santo, perfecto y sublime


"Roses and lilies"
Henri Fantin-Latour

martes, 21 de agosto de 2012

Verdad




Aparta de mi el camino
de la mentira
y en tu misericordia
concédeme Tu Ley.
Salmo 119: 29

Aparta de mi el camino de la mentira. Hay mucha sabiduría en esta petición, porque sólo la protección de Dios puede mantenernos en integridad y en la Verdad.
A cada paso nos encontramos con verdades a medias, mentiras disfrazadas de verdad, mentiras piadosas, falsedades, y todo tipo de engaños que nos seducen con falsas promesas. Es fácil caer en el juego de las pequeñas mentiras para obtener algún beneficio.
Mantenernos en integridad es guardar nuestro corazón de todo tipo de mentiras, siendo fieles a la Verdad y con el discernimiento necesario para no caer en trampas de falsedades.

La misericordia de Dios puede apartarnos del camino de la mentira cuando somos fieles a la Ley moral de Dios. Abrazar la Verdad es una decisión personal que tiene una recompensa maravillosa: nos hace libres

Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres
Jesús
Evangelio según San Juan

Ilustration: Roberto Weigand


lunes, 20 de agosto de 2012

Memorable




Ha hecho memorables
sus maravillas;
clemente y misericordioso
es Jehová.
Salmo 111: 4


Ha hecho memorables sus maravillas. Lo grandioso es que día a día Dios continua haciendo maravillas memorables. Son memorables, es decir dignas de ser guardadas en la memoria, porque van fortaleciendo nuestra fe y constituyen el tesoro que da solvencia a nuestro desarrollo espiritual.

 No podemos olvidar "ninguno de sus beneficios" pero especialmente su clemencia y misericordia.

Tener presente que Dios nos ha mirado con clemencia y misericordia es situarnos en el lugar que nos corresponde ante la santidad de Dios. Porque ¿cómo podríamos olvidar que un día Él nos llamó, nos perdonó, nos limpió, nos liberó de ataduras y nos dio la calidad de Hijos de Dios?

Si, todo lo que Dios hace es memorable y maravilloso


Foto de Kimmo Pentti


domingo, 19 de agosto de 2012

Extendí mis manos



Extendí mis manos hacia Tí
mi alma te anhela
como la tierra sedienta
Salmo 143: 6

Tan necesaria y vital como el agua es para el salmista la presencia de Dios. Extender las manos es un gesto de súplica, esperanza, entrega y adoración.


Nuestras manos jamás vuelven vacías; Dios nos acoge con su santa ternura, derrama su agua de Vida que refresca nuestra alma, revitaliza nuestro espíritu y, como dice el Salmo 103, "sacia de bien tu boca" 

¡Gracias Señor, por el agua de Vida que nos provees!

Pintura: Natasha Newton

sábado, 18 de agosto de 2012

Cansado de llamar



Cansado estoy de llamar;
mi garganta se ha enronquecido;
han desfallecido mis ojos
esperando a mi Dios.
Salmo 69: 3

Esta es la voz de alguien que está sufriendo injustamente, la acusación y el abandono de sus parientes y amigos; se siente enfermo, abatido y abandonado.
Pero aun mantiene viva su esperanza en "su" Dios.

Todos pasamos por situaciones de esta naturaleza en algún momento de la vida y podemos entender como se sentía el salmista. Lo maravilloso es que al continuar leyendo el salmo, nos damos cuenta de que termina con una voz de alabanza, gratitud y adoración a su Dios. Es tan grande su gratitud que espera que todo a su alrededor se una a este canto, incluyendo "cielos y tierra".

¡Gracias Señor, porque Tú continuas escuchando nuestras súplicas!


Pintura: Vilhelm Hammershoi

viernes, 17 de agosto de 2012

Nutrición



Como de médula y de grosura
será saciada mi alma,
con labios de júbilo
te alabará mi boca.
Salmo 63: 5

El salmista nos recuerda que es un festín venir a la mesa de nuestro Señor. No hay mayor bien que ser saciados por el santo Espíritu de Dios, que nos capacita para recibir el pan espiritual. El alimento que Dios provee al alma nos habla de su tierno amor. Aun en el desierto y la soledad, Él se ocupa de sus hijos y envía su maná.

Cuando pedimos "el pan nuestro de cada día", Dios ya ha provisto nuestro sustento para saciar todas nuestras necesidades.

¡Gracias Señor, por tus delicias que sacian nuestra alma!

Pintura: Irina Starzhenetskaya

jueves, 16 de agosto de 2012

¿Por qué temer?



¿Por qué he de temer
en los días de adversidad,
cuando la iniquidad de mis
opresores me rodee?
Salmo 49: 5

Sentir temor ante la adversidad, el peligro o las amenazas, es una reacción natural y espontánea de cualquier persona. Pero quienes confiamos en Dios, podemos reconocer ese sentimiento y hacernos la misma pregunta que se plantea el salmista: ¿Por qué he de temer?   El cuidado amoroso de Dios es nuestra protección y escudo. El santo Amor de Dios es "nuestro pronto auxilio en las tribulaciones" (Salmo 46); el Espíritu de Dios nos anima trayendo una serena paz y seguridad del alma, necesaria para enfrentar la adversidad.

El Apóstol San Pablo, en su epístola a los Romanos, lo plantea de la siguiente manera: 
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, angustia, persecución, 
hambre, desnudez, peligro o espada?
...
Por lo cual estoy seguro de que  ni la
muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados
no potestades, ni lo presente ni lo porvenir
ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús,
Señor nuestro.

Pintura: John William Waterhouse

miércoles, 15 de agosto de 2012

Como la plata




Porque Tú, Dios nos probaste;
nos purificaste
como se purifica la plata
Salmo 66: 10

El proceso de refinar es el proceso de  hacer más fino o mas puro un metal. Refinar la plata es un proceso complejo que requiere mucho cuidado, atención y precisión.
Es la transformación de algo corriente, vulgar y tosco  en algo especial, puro, sin impurezas ni mancha alguna.

El salmista nos dice que es Dios mismo quien se ocupa de nosotros, en el proceso de purificación. Lo hace porque ve en cada uno de sus hijos algo de valor; algo que alcanzará su mayor esplendor, al ser refinado.

Las dificultades del camino ponen a prueba nuestra fe; pero es el modo mediante el cual somos purificados. Lo grandioso es que en ese proceso Dios logrará obtener lo mejor de nosotros mismos y Él estará en todo momento a nuestro lado.


"Candelabros de plata"
Claudio Bravo

martes, 14 de agosto de 2012

Sembrar



Los que sembraron con lágrimas,
con regocijo segarán.
Salmo 126: 5

La figura de un agricultor, y en particular del sembrador, en las Sagradas Escrituras está asociada principalmente a quien esparce la semilla del Evangelio. Alguien que se apropia de una misión que cumplirá aun con dudas, temores, soledad y conflictos, con la esperanza siempre puesta en la abundante cosecha que Dios dará.

La figura del sembrador alcanza otros terrenos, aun en la vida cotidiana y las relaciones interpersonales. Poner semillas de amor en los conflictos, sembrar fe y esperanza cuando hay desaliento, o alegría y buen humor en el largo invierno del alma, puede significar unir nuestras lágrimas a las semillas. Pero tenemos la promesa de una cosecha gloriosa:  con regocijo segarán.

El llanto no puede impedir que el sembrador complete su tarea. Porque aun el sufrimiento del invierno, Dios lo transforma en el bien del alma con una bendita primavera y un copioso verano y cosecha.

Pintura: Vincent Van Gogh


lunes, 13 de agosto de 2012

Enséñame Tus Estatutos




Te he manifestado mis caminos
y me has respondido;
enséñame tus estatutos
Salmo 119: 26

El salmista busca de muchas maneras, y con muchísimo menos recursos que nosotros hoy, comprender la Ley de Dios. La aprende de memoria, medita en ella, la guarda celosamente;  pero anhela más. Esa actitud nos confronta y nos lleva a preguntarnos a nosotros mismos: ¿cuánto amor o consideración tenemos por la Palabra de Dios?


Este salmo está lleno de expresiones como "enséñame", o "hazme entender". En este sentido el salmista es como un niño hambriento de alimento espiritual. Pero un niño que sabe que tiene un Padre de quien depende; un Padre que escucha y responde; un Padre que enseña, corrige, señala, capacita y muestra con claridad y amor el camino de la Verdad, cuando se lo pedimos.

¡Oh Dios y Padre, enséñame tus estatutos!


Pintura: Pavel Filonov

domingo, 12 de agosto de 2012

Toda la tierra




¡Tema a Jehová toda la tierra!
¡Tiemblen delante de Él
todos los habitantes
del mundo!,
porque Él dijo, y fue hecho;
Él mandó, y existió.
Salmo 33: 8, 9

Pocas veces nos detenemos a meditar en la grandeza de Dios, su sabiduría creadora, su eternidad, el poder de su voz y todos sus atributos. El misterio de su santidad y su misericordia, su sentido de justicia y su perdón difícilmente los podríamos entender.

Creo que el salmista nos invita a ser más conscientes de quien es nuestro Dios. Dar el paso siguiente en nuestra escala de valoración, para dejar atrás el modo liviano y trivial con que mencionamos su nombre, por ejemplo, y tomarnos más tiempo para bendecir su nombre y buscar su compañía .

Lo más evidente del poder de Dios está siempre a la vista, en la naturaleza, en la vida a nuestro alrededor; pero eso ha pasado a ser nuestra "normalidad" y olvidamos a quien se lo debemos. 
En el libro de Job, hay una preciosa reflexión donde se "escucha" la voz de Dios diciendo: 
"... ¿Has dado órdenes a la mañana
alguna vez en tu vida?
¿Le has mostrado al alba
su lugar;
para que ocupe
los confines de la tierra
y sean sacudidos de ella
los malvados?
...
¿Has penetrado tú
hasta las fuentes del mar
y has caminado escudriñando
el abismo?
...
¿Le has dado tú sus hermosas
alas al pavo real,
o sus alas y plumas al avestruz?
(Libro de Job cap. 38, 39)

Si; Dios "todo lo hizo hermoso en su tiempo" tal como lo dice el libro de Eclesiastés.

Oh Señor; grande y poderoso eres.
Bendito sea Tu Nombre en toda la tierra





fotos tomadas de la web

sábado, 11 de agosto de 2012

Pensamientos íntimos




Escudríñame, Jehová,
y pruébame;
examina mis íntimos pensamientos
y mi corazón,
porque tu misericordia está
delante de mis ojos
y ando en Tu Verdad
Salmo 26: 2,3

En esta solicitud del salmista frente a Dios, usa tres palabras: "examina", "escudriña", "prueba". Son tres instancias de evaluación que desnudan el alma en un completo examen.

De esta prueba tan exhaustiva ¿quien podría salir aprobado?
Por eso el salmista se ampara en la misericordia de Dios.

La Verdad de Dios a menudo nos confronta con nuestros propios pensamientos. Si realmente deseamos andar en ella, tenemos que pedir con humildad, como lo hizo Job:

"Enséñame Tú lo que yo no veo;
Si hice mal, no lo haré más" 
(Job 34: 32)


Pintura: Elanor Colburn

viernes, 10 de agosto de 2012

Desde antes, desde siempre



Antes que nacieran los montes
y formaras la tierra y el mundo,
desde el siglo y hasta el siglo,
Tu eres Dios.
Salmo 90: 2


¿Quien podría explicar y quién entender la eternidad de Dios?
Meditar en la inmensidad de Dios, su grandeza y santidad nos sobrecoge; pero al mismo tiempo nos da la completa certeza de que allí, en la esencia de Dios, está la fortaleza de nuestra vida. Él es nuestro escudo, nuestra seguridad, nuestro consuelo, nuestra morada y la fuente de todo bien.  

Nuestro Dios es desde el siglo y hasta el siglo. La perfección de lo infinito y eterno. A Él oramos, a Él adoramos y en Él encuentra reposo nuestra alma.

¡Oh Señor, te reconocemos como nuestro Dios!
¡Te reconozco como mi Dios!


"Oración de la mañana"
Nicholas Roerich

jueves, 9 de agosto de 2012

Su rostro resplandece



Haz resplandecer Tu rostro
sobre tu siervo;
¡sálvame por Tu misericordia!
Salmo 31: 16

Quizás no exista un concepto más hermoso asociado a la santidad de Dios que el resplandor, consecuencia de su gloriosa luz . Un concepto que todos podemos comprender y sentir. Ese resplandor abre nuestros ojos, pone todo en evidencia, señala el camino correcto y trae la emoción de sentirnos a salvo.

La grandeza de Dios no la conocemos cabalmente, pero su resplandor nos proporciona un reflejo de quien es Él, y enciende la llama que da calor a nuestra casa espiritual.



foto: Amanecer en la colina de Vuokatti - Finlandia
Simpaa Flickr


miércoles, 8 de agosto de 2012

La alegría de mi alma



En la multitud de mis
pensamientos íntimos,
tus consolaciones alegraban
mi alma.
Salmo 94: 19


Tus consolaciones alegran mi alma. Aun en una aparente calma, nuestro pequeño mundo interior siempre está lleno de pensamientos confusos, divergentes, contradictorios o de lucha. Pero cuando permitimos que la luz del Señor ordene nuestros pensamientos, todo se aquieta y su dulce voz susurra paz al corazón.

El Gran Consolador es el Espíritu de Dios, de Él recibimos las más completas consolaciones. Aquellos consuelos revitalizan nuestro ser interno, ordenan correctamente nuestras prioridades, nos llenan de confianza en Dios y lo más hermoso es que traen verdadera alegría a nuestra alma.

¡Gracias Señor por Tus Consolaciones!


Pintura: Brian Kershisnik

martes, 7 de agosto de 2012

Sustento



Los leoncillos necesitan,
y tienen hambre;
pero los que buscan a Jehová
no tendrán falta
de ningún bien.
Salmo 34: 10

El salmista nos recuerda la maravillosa bondad de Dios. Comienza el salmo diciendo "Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca" porque ante tanta bondad sólo podemos alzar la voz para alabar y bendecir a nuestro Padre Dios.

Todas nuestra necesidades, nuestro bienestar, nuestra integridad espiritual y física, descansa en el generoso y santo amor de Dios que nos sustenta. Él es quien se ocupa de "el pan nuestro de cada día", pero también de nuestra salud espiritual.

Gracias Oh Dios, por tu sustento diario
¡gracias porque todo lo provees para nuestro bien!



"Mano"
Gracia Barrios

lunes, 6 de agosto de 2012

Amor incondicional



Aunque mi padre y mi madre 
me dejen,
con todo, Jehová me recogerá.
Salmo 27: 10

Aunque mi padre y mi madre me dejen. Este salmo nos habla de alguien que se siente amenazado, rodeado de enemigos que "respiran crueldad" (como dice en el mismo salmo). En estas circunstancias, abatido, inseguro de sus afectos, llega a dudar del amor de sus padres. Pero aun en medio de estas incertidumbres, la confianza en Dios se acrecienta, no deja de clamar por ayuda, no se rinde, continua confiando en "su" Dios y proclama su victoria. Así lo expresa hacia el final del salmo cuando dice "he ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes", es decir, a lo largo de la vida.

Con todo, Jehová me recogerá. Tenemos la certeza de su amor. Un amor de Padre, lleno de sabiduría, piadoso, paciente y misericordioso; una promesa eterna. No existe amor humano comparable con el amor de Dios.




Pinturas: Brian Kershisnik


domingo, 5 de agosto de 2012

Pidiendo ayuda




¿Hasta cuándo, Jehová?
¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás
tu rostro de mi?
...

Cantaré a Jehová 
porque me ha hecho bien.
Salmo 13: 1 y 6

Este Salmo 13 es llamado el "Salmo del gemido" por la incesante repetición del grito ¿hasta cuándo? (se repite cuatro veces en el salmo).
Sin duda hay mucha angustia en este corazón, y una urgencia que nace del temor. El gemido  pasa a ser demanda y la demanda hace brotar la desesperanza. 
¿No es este el fiel reflejo de nuestra experiencia?

Alguna vez me pregunté cómo es posible que alguien se dirija de este modo a Dios.  Porque -¿puede Dios olvidar? ¿puede el corazón de Dios olvidar a alguno de sus hijos? - De ningún modo. En el libro del Profeta Isaías dice: "he aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mi están siempre tus muros"

Es un gran consuelo saber que Dios acepta nuestras plegarias, escucha nuestros ruegos y acepta también nuestra queja.  Dios nos acoge tal cual somos, nos consuela, nos rodea con su amoroso cuidado y su misericordia. 

Finalmente el salmista termina reconociendo la bondad del Señor y dice  "cantaré a Jehová porque me ha hecho bien"

Pintura: Fabian Pérez
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