jueves, 30 de junio de 2011

Un Puente



Mi alma espera a Jehová
    Más que los centinelas a la mañana,
    Más que los vigilantes a la mañana.
Salmo 130: 6

¿Se puede medir la espera?
Creo que sólo se podría decir cuánto tiempo se ha esperado. Pero, es un hecho que de la espera pasamos a la ansiedad y, cuando la ansiedad se apodera del alma, ya no se habla de espera; se habla de tardanza o de frustración.
El estado de alerta, la expectación y la vigilia tiene un límite impuesto por las características físicas del ser humano. Por otra parte, la capacidad de atención es finita, lo dicen los pedagogos.
Sólo Dios no descansa, no lo necesita.

Mi alma espera a Jehová. El salmista parece querer expresar casi un reclamo. Pero ¿acaso no sabe Dios de nuestra espera? ¿quiere hacernos esperar para medir nuestra resistencia, o nuestra fe, o nuestra confianza?
Me niego a creer en un Dios caprichoso.

Confío en la gran sabiduría eterna de Dios y quiero esperar sin estridencia, con serenidad y firmeza.  Creo que esa espera puede ser como un puente que conduce a un nuevo horizonte de fe.

Señor, en ti espero como los centinelas a la mañana



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The old small bridge, Suhanovo
Dmitri Levin

miércoles, 29 de junio de 2011

Esperando



¡Espera en Jehová!
¡Esfuérzate,
y aliéntese tu corazón!
¡Sí, espera en Jehová!
Salmo  27:14

Esperar y esperar. Realmente  no es agradable esperar, especialmente en nuestro mundo que se caracteriza por la  inmediatez y los resultados a muy corto plazo.
Ya pasó aquella época  en que, por ejemplo, se respetaban los tiempos en la cocina. Las abuelas hacían mermelada, preparaban pasta y hasta el pan se horneaba en casa. Hoy existe eso que llaman "fast food".
En los procesos industriales, en la ingeniería y hasta en la agricultura existe todo tipo de aceleradores de procesos. Pero es quizás, en el mundo de las comunicaciones  donde la prisa y la inmediatez han alcanzado sus mayores logros.Ya nadie se sienta a escribir una carta  y luego esperar días y días para recibir la respuesta. Hoy tenemos Face Book, e-mail, Twitter,  y todo tipo de experiencias comunicacionales digitales e interactivas.

Espera en Jehová. La Biblia nos enseña que Dios no cambia y que es eterno. Podríamos decir entonces que Dios es el Señor del tiempo. Esperar en Él es confiar en su misericordia, es vivir la fe, es entender que como Padre,  conoce nuestro sentido de urgencia y al mismo tiempo nos enseña a depender de su misericordia.

Uno de los recuerdos de mi niñez, que hoy me hace sonreír, tiene relación justamente con la espera. Por una parte eramos muchos hermanos y "siempre" mi urgencia no era tal, en comparación con la de alguno de mis hermanos o hermanas. Y cuando finalmente recibía lo que había pedido "siempre" había que esperar. Inolvidable es "el caso de los zapatos nuevos", un verdadero tesoro que apenas podía contener una caja de cartón y ese olor característico del cuero, ¡una delicia!. Pero los zapatos nuevos debían esperar, a veces hasta el día domingo o festivo próximo o, en el mejor de los casos, hasta el lunes siguiente para ir al colegio. Esa espera era ¡insoportable!

Aliéntese tu corazón. El salmista nos invita a una espera activa, ejercitando la fe, dando gracias y esperando pacientemente, en la misericordia y en la sabiduría eterna de Dios.


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Awaiting his return
Daniel F. Gerhartz

martes, 28 de junio de 2011

Me Pastoreará



En lugares de delicados pastos
me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
Salmo 23:2

Este debe ser uno de los versos más bellos del salterio. Un paisaje bucólico, una promesa, un jardín secreto de paz y armonía. Un lugar ideal donde podemos concurrir aun en medio de la contingencia diaria.
Me pastoreará. La promesa de contención, la compañía, el consuelo, la protección, el alivio y el amoroso cuidado del Buen Pastor.

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Picking Blossoms
Emile Claus

lunes, 27 de junio de 2011

Confiar y Aprender


¡Bendito Tú, Jehová!
¡Enséñame tus estatutos!
Salmo 119:12



Un Salmo Para el Camino
Una nota personal

Los Salmos me han acompañado desde la niñez. Algunos de ellos están grabados en mi memoria, silaba por silaba, frase por frase.
Durante el tiempo en que me alejé de Dios, algunas de aquellas frases venían a mi memoria en determinados momentos, reconfortándome a veces o como una voz de alerta en otras.
Después, mi búsqueda espiritual me llevó a la lectura de los Salmos. Comencé a leerlos y repetirlos cada día y se hizo el hábito. Luego supe que mucha gente, de distintos ámbitos del conocimiento, y a través de la historia, ha orados los Salmos o los ha usado para la meditación. También Jesús.
La etapa siguiente fue ir a la librería con la intensión de encontrarme con algún "libro-maestro" que me ayudara con mis lecturas, a mi nivel, es decir, al de alguien sin estudios teológicos, ni conocimiento alguno de las lenguas antiguas. Para mi decepción, no encontré el tipo de libro que buscaba. La persona que me atendió en la librería finalmente dijo: "basta la intención de buscar a Dios. Él te va a guiar"

Hasta ahora esa afirmación se ha transformado en una declaración de principios. Especialmente cuando, luego de haber iniciado la aventura de este blog, me encontré con el libro de C.S. Lewis "Reflexiones sobre los Salmos". Este libro no ha contestado todas mis dudas, ni me ha satisfecho completamente, pero me ha traído la confianza necesaria para compartir mis breves y personales reflexiones diarias, con toda la honestidad que me es posible, y con plena conciencia de mis carencias. Cada día tengo la esperanza de que alguien pasará por acá y compartirá mi inquietud, me hará ver mis errores o complementará lo escrito. 
Me inspira lo que C. S. Lewis dice: "A menudo sucede que dos alumnos resuelven mejor entre ellos sus dificultades en las tareas de lo que puede hacerlo el maestro. Porque cuando uno le llevaba  el problema al profesor, como todos recordamos, muchas veces él nos acababa explicando lo que ya sabíamos,  nos cargaba con una enorme cantidad de información que no deseábamos y no nos solucionaba en absoluto aquello que no entendíamos...
escribo de aficionado a aficionado ... con la esperanza de que esto pueda, de algún modo, interesar, e incluso en ocasiones ayudar a otros lectores... sólo estoy comparando apuntes, no pretendo instruir."

Los apuntes de C.S. Lewis son definitivamente, mucho más interesantes que los míos. Esa es la razón por la cual cito con frecuencia sus "Reflexiones sobre los Salmos", las que junto a "El Tesoro de David" de Charles H. Spurgeon son mi bibliografía (al margen de la misma Biblia) 

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea la gloria... por los siglos de los siglos. Amén”.(Apóstol San Pablo)




Agradecimientos a mi querido Roberto por ponerme en contacto con 
los escritos de C. H. Spurgeon

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Rosas
George Dunlop Leslie

domingo, 26 de junio de 2011

Meditar


Se anticiparon mis ojos
a las vigilias de la noche,
para meditar en tus mandatos
Salmo 119:148

En otra versión, este mismo verso dice: "en toda la noche no pego los ojos, para meditar en tu promesa" (NVI).
Se anticiparon mis ojos. Hay cierta vehemencia en esta declaración del salmista; aunque claramente, podríamos pasar noches enteras examinando las escrituras y no agotaríamos la comprensión de su contenido.
 Meditar en tus mandatos. En ocasiones, las palabras sagradas nos deslumbran y nos quitan el sueño. Es como encontrar un tesoro que nos roba el alma y nos llena de emoción.

Creo que meditar los Salmos es un camino solitario, que se enriquece al compartirlo.
Es  como partir el pan; se puede compartir pero cada uno lo saborea de una manera distinta. Estoy convencida de que es el Espíritu de Dios quien, finalmente, nos conduce en la meditación de las Sagradas Escrituras, facilitando su comprensión, arrojando luz y guiándonos hasta llegar al altar de la adoración a Dios. 


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Ilustracion - Beauty and the Beast 1
Walter Crane

sábado, 25 de junio de 2011

Con qué Limpiará



¿Con qué limpiará el joven
su camino?
¡Con guardar tu palabra!
Salmo 119:9

Una pregunta y una pronta respuesta.
¿Con qué limpiará el joven su camino?. Creo que todos necesitamos limpiar nuestro camino; en el sentido espiritual todos somos jóvenes. Por una parte,  ante la eternidad de Dios, nuestra edad, por muy avanzada que sea es realmente nada en comparación con el "tiempo" de Dios; y por otra, en cuanto a conocimiento y madurez espiritual no hemos llegado al final, algunos de nosotros apenas hemos comenzado. 
¿Cómo podremos seguir el buen camino?

¡Con guardar Tu palabra!. Sólo la santa palabra de Dios puede mostrar, limpiar y guiarnos por el buen camino, porque es como el agua que refresca el alma, va llenando nuestro vacío espirital y en la medida que meditamos en ella, se convierte en torrente que a su paso va despejando nuestras dudas y temores. Nos despoja de ripios y trae la certeza de la cercanía de Dios


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This is the Way We Wash Our Clothes
George Dunlop Leslie

viernes, 24 de junio de 2011

Las Estaciones



Tú hiciste la luna, que marca las estaciones,
y el sol, que sabe cuándo ocultarse.
Salmo 104:19 (NVI)


Es maravilloso pensar que Dios sigue sosteniendo su creación. Ese diseño perfecto, que tiene un ritmo y color;  involucra cielo, mar y tierra. Complejos mecanismos y coordinaciones asociadas a la luna y el sol. 

Cada vez que lo pienso lo encuentro más extraordinario. Estos días celebramos el solsticio de invierno, cuando al mismo tiempo, en el hemisferio norte están celebrando la llegada del verano.
Así por ejemplo, mientras en Europa, tienen el día más largo del año, acá en Sudamérica tenemos la noche más larga del año.


El sol sabe cuando ocultarse. Nadie sino sólo Dios, le ha enseñado al sol su camino. El misterio de la creación sigue hablando del poder y la sabiduría de Dios, pero también nos confronta con la responsabilidad de su cuidado y protección. 

El Dios de la creación es también el Dios Padre y sustentador de nuestras vidas, porque Dios es único.


¡Bendito sea Su nombre!


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Las Estaciones
Alphonse Mucha

jueves, 23 de junio de 2011

Te miro




Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor,
miran mis ojos.
En ti he confiado:
no desampares mi alma.
Salmo 141:8


A ti, Oh Jehová, Señor, miran mis ojos. Todos los seres humanos sentimos la necesidad de mirar y admirar aquello que nos es importante. Enfocando la mirada es como se ordenan los pensamientos y se aquieta el alma. Fijando los ojos parece que termina la dispersión de los pensamientos. Cuando los ojos están puestos en Dios, fluye la fe y la esperanza


El consuelo que tenemos en Dios es su promesa "No te desampararé ni te dejaré"


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El Pequeño Almirante
Alfredo Valenzuela Puelma

miércoles, 22 de junio de 2011

Guarda mi Boca



Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.
Salmo 141:3


Pon guarda en mi boca, oh Jehová. Los labios parecen ser  una puerta para las palabras. Y las palabras tienen un poder significativo. Con ellas alabamos y adoramos a Dios pero también podemos deshonrar a otros. 

Todos los seres humanos conocemos los "desórdenes" en el habla, también el salmista; quizás por eso repite la oración: Señor, guarda la puerta de mis labios. 
Es la expresión del deseo sincero, de que haya un sello en la lengua para las palabras que no se deban decir.



Imágen
Pontón
Emile Claus

martes, 21 de junio de 2011

Suba mi Oración



Suba mi oración delante de ti
como el incienso,
el don de mis manos
como la ofrenda de la tarde.
Salmo 141:2


Suba mi oración delante ti como el incienso. Es conmovedor lo que el salmista expresa. Equivale a prepara la oración cuidadosamente, con mucha reverencia, tal como se preparaba el incienso ante el altar, en el templo. Habla de un lugar especial, un momento especial y una disposición especial.


El don de mis manos. La oración compromete todo el cuerpo, no sólo el espíritu. Como los árboles que elevan sus ramas al cielo o como las flores que se orientan hacia la luz, así también nuestras manos se disponen a la adoración a Dios.


La ofrenda de la tarde. Al mencionar la ofrenda de la tarde, creo que nos habla de dedicar un  momento diariamente; apartado especialmente para orar, tomar contacto con el Dios eterno.
La oración es una ofrenda que se prepara y se ofrece con devoción.



Imagen
acuarela - Recolección de flores de manzano
Daniel Ridgway Knight

lunes, 20 de junio de 2011

Con todo mi Corazón



Con todo mi corazón
te he buscado;
no me dejes desviar
de tus mandamientos.
salmo 119:10

Con todo mi corazón te he buscado. La búsqueda de Dios compromete todo el ser y nos lanza al terreno espiritual. Un espacio donde existen muchos caminos y múltiples voces. 


No me dejes desviar. Hay un reconocimiento de la inconstancia del corazón humano ¡cuán fácilmente cambiamos de parecer!.
Por una parte nuestra naturaleza humana nos lleva a desviarnos y por otra, somos estimulados de mil maneras, con un sin número de cosas, "cantos de sirenas", el vuelo de una mariposa o luces multicolores. 
Pero el deseo del corazón persiste en la búsqueda de lo eterno.


Señor ayúdame a permanecer en el camino correcto!




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Paso de cebra
Heng Swee Lim

domingo, 19 de junio de 2011

¡Papá!

Brita and me
de Carl Larsson


Muy feliz Día Papá...




Herencia de Jehová son los hijos
...
¡Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos!
Salmo 127

Regocijo




Pero alégrense todos
los que en Ti confían;
den voces de júbilo para siempre,
porque Tú los defiendes;
en Ti se regocijen
los que aman Tu nombre
Salmo 5:11

Me encanta pensar que Dios provee verdadera alegría. Con frecuencia estamos más proclives a la "seriedad" de los asuntos espirituales y olvidamos que Dios espera que vivamos con gozo y alegría, confiados en su fidelidad, confiados también en su protección.
Me encanta recordar que Jesús disfrutaba la alegría de las bodas, la cercanía de los niños y el compartir la comida con mucha gente.


San Pablo, el Apóstol dice: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez os digo: ¡Regocijaos!" (Filipenses 4:4). Ya que se menciona de esta manera, quiero creer que se puede aprender a  tener esta alegría.


Señor, enséñame a vivir con regocijo, en medio de la contingencia diaria.



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La danza
Morgan Weistling

sábado, 18 de junio de 2011

Enséñame Tu Camino


Enséñame, Jehová, Tu camino,
y caminaré yo en Tu verdad;
afirma mi corazón
para que tema tu nombre
Salmo 86:11


Enséñame.Sólo el Espíritu de Dios puede entregarnos el conocimiento espiritual necesario para ir al encuentro de Dios. Pero el conocimiento debe ir unido a la acción.
Caminaré. La decisión de obedecer va orientando nuestra vida hacia la verdad de Dios, cumpliendo sus mandamientos, manteniéndonos  abrazados a su verdad.
Afirma mi corazón. Saber y luego hacer nos proporciona una certeza que se traduce en fe . Nos lleva a la seguridad de que caminamos bajo la protección de Dios 


 Señor, dame un corazón nuevo;  humilde, sensible y dispuesto para el aprendizaje




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Esperaré siempre en ti
Isabel Guerra

viernes, 17 de junio de 2011

Mi Luz



Jehová es mi luz
y mi salvación,
¿de quién temeré? 
Jehová es la fortaleza de mi vida;
¿de quién he de atemorizarme?
Salmo 27:1

El temor es una de las emociones más antiguas de que se tenga registro. Está en el Génesis. Aparece justo cuando el hombre y la mujer, desobedecen. Temor y vergüenza se mezclan en aquella escena y es Dios mismo quien “les presta ropa” para cubrir su vergüenza y sus temores.


"Hay una gran diferencia entre la luz y el ojo que la ve. Un ciego puede saber mucho acerca del brillo del sol, pero éste no brilla para él, no le da luz. De igual modo, el saber que «Dios es luz» es una cosa (1ª Juan 1:5), y el poder decir: «El Señor es mi luz» es algo distinto. Cuando El es en esta forma «nuestra luz», entonces es también «nuestra salvación»." (Ch. Spurgeon)
Si no nos apropiamos de la luz de Dios ¿de qué manera, cómo, podríamos enfrentar las tinieblas?

Cuando cantamos u oramos este Salmo, hacemos también una declaración de fe. Decirlo en voz alta puede hacer que comience a resonar la verdad divina de la soberanía de Dios, en nuestra propia vida. No como algo "mágico" sino porque es palabra de Dios.


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Alma
Carl Larsson

jueves, 16 de junio de 2011

Dormir y Despertar



Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová
me sustentaba.
Salmo 3:5



Me acosté y dormí y desperté. Una pequeña gran historia, en tres actos. Un corazón sensible y sencillo al amoroso cuidado de Dios; alguien que no cuestiona, que se entrega al santo descanso.


Jehová me sustentaba. Tomar conciencia del cuidado de Dios en todo momento, es una emoción maravillosa. Es entender que Dios es alguien cuya naturaleza es muy distinta a la naturaleza humana. Su esencia está por sobre toda condición finita y perecible. El sustento que Dios da es lo que permite al hombre, que en Él confía, vencer la ansiedad, aquietar el alma al arrullo de Su amor y finalmente dormir. Entonces, es  el sueño un verdadero regalo de amor. 
Esta fe es la que nos hace despertar a nuevo horizonte de vida, donde es Dios quien conduce y sustenta.

Señor, ¡sustenta hoy mi vida!




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Cama Multiplicada
Nemesio Antúnez

miércoles, 15 de junio de 2011

Abre Mis Ojos




Abre mis ojos y miraré
las maravillas de tu Ley.
Salmo 119:18


Ya lo he dicho antes, el Salmo 119 es el más largo de todo el Salterio. Leerlo completo es todo un desafío. Pero hay tanta riqueza en su poesía, que no termino de admirar el gran amor que el salmista transmite por la Ley de Dios; “es el lenguaje de un hombre cautivado por la belleza moral” (C.S. Lewis)

A medida que uno abre más los ojos, va descubriendo mas cosas.
Abre mis ojos. Es decir: Señor muéstrame, quiero llegar hasta el fondo


En más de alguna oportunidad sucede que, buscamos algo y, al final, aquello que buscábamos estaba justo a nuestro lado.
En este caso "abrir los ojos" es también tomar distancia y volver a mirar. 


Me apropio de este ruego del salmista y quiero decir: Dios mio, abre mis ojos, mis torpes ojos "miopes". Si los ojos son las ventanas del alma, entonces quiero abrirlos de par en par, dejar que caigan mis barreras, mis prejuicios, mis creencias antiguas y comenzar a   conocerte.


¡Oh Dios! ¡Abre mis ojos a las maravillas de Tu Ley! 





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Bordando la luna
Pilar Sala


martes, 14 de junio de 2011

En Silencio


pintura de Andrew Wyeth


Si no me ayudara Jehová,
pronto moraría mi alma
en el silencio
Salmo 94:17



Morar o permanecer en el silencio aquí parece tener una connotación negativa y sin embargo, son muchos los que a través de la historia de los siglos han buscado el silencio, como una manera de penetrar en  el misterio del amor de Dios. La quietud, el espacio infinito y eterno, donde se puede oír la auténtica voz divina. 
En ocasiones sólo escuchamos la expresión, disfrazada, de nuestros propios requerimientos, obsesiones o deseos. Escuchamos lo que queremos oír. 

Disponernos para el silencio de Dios, significará  aquietar el dialogo interno. Lograr la sujeción de los pensamientos impedirá la dispersión de la mente, el corazón y el alma.

Esperar en Dios es enfrentar la oscuridad de los temores con la certeza de que Dios es fiel. La ayuda de Dios no es la que se recibe de alguien a nuestra disposición, como un subalterno, o alguien a nuestras ordenes. La ayuda de Dios proviene del misterio de su soberanía y de su Amor de Padre


lunes, 13 de junio de 2011

Sean Nuestros Hijos


pintura de Carolyn Blish

Sean nuestros hijos como plantas
crecidas en su juventud,
nuestras hijas como esquinas
labradas cual las de un palacio
Salmo 144:12

Cuando somos padres o madres, la preocupación por los hijos ocupa una parte importante en nuestros pensamientos. En ocasiones, esa preocupación se convierte en ansiedad. Por eso es tan saludable traerlos ante el Señor de la vida.
Dios, que es Padre, acoge nuestro legítimo deseo de que nuestros hijos se vistan de honor y dignidad.


Los hijos como plantas. Quiero pensar que comparar los hijos a las plantas refuerza la idea que ellos no son una prolongación de nuestra vida, ellos tienen su propia identidad y ante Dios nuestra responsabilidad es proveer un suelo nutricio. Pero es  Dios quien da el sol y la lluvia que permitirá su sano desarrollo hasta convertirse en “árboles de justicia”.

Nuestras hijas como esquinas labradas. Nuestro hogar pasa a ser un palacio donde nuestras hijas tienen un lugar de honor. Ellas son las columnas que, además, embellecen la arquitectura del hogar.

Padres e hijos, somos familia; y las familias forman el pueblo de Dios. Un pueblo llamado a ser “plantío de Jehová, para su gloria” (Profeta Isaías)


domingo, 12 de junio de 2011

Sed de Ti

“La sed es un anhelo insaciable hacia algo que es uno de
los pilares más esenciales de la vida;
no hay modo de razonar con ella, ni de olvidarla,
ni de despreciarla, ni vencerla con indiferencia estoica.
La sed se hace notar; todo hombre ha de ceder a su poder;
del mismo modo ocurre con el deseo divino que
la gracia de Dios crea en el hombre regenerado.”
Charles Spurgeon




¡Dios, Dios mío eres Tú!
¡De madrugada te buscaré!
Mi alma tiene sed de Ti,
Mi carne te anhela
en tierra seca y árida
donde no hay aguas
Salmo 63:1

Pocas veces, como en este Salmo de David, se expresa con tanto ímpetu lo que se puede llamar “Sed de Dios”. Hay un sentido de urgencia y vehemencia, como si en esto se le fuera la vida.

Casi podríamos imaginarnos la escena: Es el amanecer, el sol poco a poco comienza a iluminar el cielo. La noche ha pasado y la angustia se ha transformado en imperativa convicción de la necesidad de Dios. El alma está preparada para ese encuentro. De la misma manera como la tierra árida espera la lluvia y sus grietas parecen una boca sedienta y seca, así el alma anhela a Dios y busca llegar a la completa saciedad, la completa comunión.


Me recordó el encuentro de Jesús con la mujer samaritana junto al pozo. Allí Jesús promete: “El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna”

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